Objetivo Mundial de Oración
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Sabemos algunas cosas
Este es un extracto de una carta reciente de Jane, Aglow – Nuestra ventaja divina.
Durante los últimos 55 años, Aglow ha madurado espiritualmente. Hemos aprendido algunas cosas acerca de Dios y esas cosas han sido Su mano en nuestra espalda, impulsándonos hacia delante en fe por el mundo. No nos retraemos, sino que como David, corremos a las líneas del frente en comunidades, pueblos y aldeas en más de 170 naciones. Las mujeres y los hombres de Aglow saben cómo hacer descender toda la gracia que se necesita para ver que cambie la atmósfera al venir Su reino.
SABEMOS que aunque el mundo está bajo el peso del malvado, hemos nacido de Dios para esta hora. Dios nos ha elevado para ver el panorama más amplio y llegamos con un mensaje de esperanza, fuerza, aliento y todo ello fundamentado en los principios bíblicos que resisten la prueba del tiempo. Esas verdades son nuestra ancla en este mundo siempre cambiante. ¡Sus verdades son inmutables!
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En un vídeo reciente en Jane Habla, Jane compartió acerca de dos visitaciones angelicales que experimentó. Para ver el mensaje completo en el vídeo, vaya a Bienvenidos Anfitriones Angelicos Este es un extracto de lo que compartió:
Salmos 103 cuenta que el Señor establece Su trono para siempre y que Su Reino gobierna sobre todo. Luego, habla acerca de los ángeles. Dice, Alaben al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen su mandato.” ¿Estaban los ángeles allí conmigo porque Él les dijo que estuvieran allí? Si ejecutan Su Palabra, ¿estaban allí en respuesta a Su Palabra? Obedecen la voz de Su Palabra. Ese salmo concluye diciendo que “Alaben al Señor, todos sus ejércitos, siervos suyos que cumplen su voluntad. Alaben al Señor, todas sus obras en todos los ámbitos de su dominio. ¡Alaba, alma mía, al Señor!”
Creo que hay más actividad angelical en el mundo de la que nos damos cuenta. A menudo he dicho, como líder de Aglow, que lo que me ocurre a mí, le ocurre al ministerio. Creo que esto se hará más común de lo que imaginaba. Así es que, primero que nada, le damos la bienvenida a Jesús. Damos la bienvenida al Espíritu Santo. Damos la bienvenida a Sus ejércitos angelicales y recibimos cualquier mensaje que Él quiera darnos por el poder del Espíritu Santo.